lunes, enero 09, 2006

Ventanas

Nuestro primer día de "doble-ventanas" no se me va a olvidar. En Venezuela las ventanas eran ... simples ventanas. Varias de las mías, por ejemplo, no tenían ni cortinas para que los ojos se nos llenaran de Avila cada día. La montaña inmensa y cerquita era nuestra mejor pieza de arte y ni locos la íbamos a tapar. Mis ventanas en Caracas estaban abiertas siempre que no lloviera. Aquí en Canadá el tema es diferente. A las ventanas las llaman dobles, pero yo les digo triples. Tienen tres capas. Las dos de vidrio se dejan abiertas en verano, pero hay que cerrar la de malla. Dado que allá en el trópico yo no tenía malla, tampoco la usaba en Montreal porque se veía como fea - "qué mal gusto tienen los canadienses" - Hasta que una noche vimos el tamaño de los mosquitos. Había como 100 en el techo de la cocina y eran del tamaño de cuatro zancudos caraqueños juntos. De paso pican durísimo. Muerden. Entonces aprendí que hay que ser religioso en el hábito de cerrar las ventanas de malla.

A fines de otoño estábamos casi siempre por debajo de 5 grados y nuestro casero, Saki, es super tacaño con la calefacción. Entonces Lau cerró las doble-ventanas. Yo sabía que en esta nueva vida tenía que acostumbrarme a muchas cosas diferentes, pero no estaba preparada para el efecto del cierre hermético de la casa. Para los que no lo han vivido, aquí les cuento. De pronto no escuché ningún ruido. Fue como haberme quedado sorda de golpe. Ni el autobús 129 pasando frente a la casa, ni el vecino hablando solo en el jardín, ni el rumor de los carros, ni el viento, nada. Pero nada. Cuando las niñas se fueron al colegio y Lau a la oficina el silencio era horrible. Fue cuando llegaron los otros ruidos. Los que no había escuchado antes: los alimentos triturados por los dientes, ensalivados y tragados. Casi los escucho bajar por el esófago de Lau. La orquesta familiar de respiraciones por la noche, la gotica que cae del grifo, el crujido de la casa, el escándalo de la computadora encendida, el tic-tac del reloj, el taconeo de los radiadores, la lengua del gato tomando agua ... Al principio me estaba volviendo loca. Más loca. Hace dos noches me sorprendieron los ruidos del estómago de mi marido. Pobrecito, estaba durmiendo con hambre. Me provocaba despertarlo y darle de comer.

Y, además, los olores. Por fin entendí porque en este país hay tanta publicidad de perfumadores de ambiente. Si preparo un huevo frito el olor se queda por siempre. No se va, sólo se mezcla con los olores de las siguientes comidas y así se va consolidando un aroma al que te acostumbras y que identifica a cada familia. No sé cómo ventilar una casa en el invierno canadiense. Y el que sepa cómo hacerlo que me ilustre. Por favor.

11 comentarios:

Tweesita dijo...

Te entiendo perfectamente... lo que yo daría porque sólo fueran las tripas hambrientas de mi calamar particular... si te cuento que mi vecina de arriba canta ópera, camina como una apisonadora, arrastra muebles todo el día y hace muchas cosas a gritos... ay bendito... tus dobles ventanas se las ponía yo a ella... claro que sí... pero alrededor...

GZL dijo...

me gusta mucho como escribes.
En mi blog participan muchas personas, muchos de los articulos estan escritos por mis amigos, a los cuales cuido mucho.
sige asi.Suerte por esas tierras frias pero por lo que he leido con una familia de corazones calientes.
Gema.

Alexandra Medialdea Loewenstein dijo...

Hola Jackie, es lo máximo... llevo una hora bebiéndome tus cuentos... Qué chévere!!!

Creo que me moriría con el "pasticho de olores" estilo tasca que describes en "Ventanas"... Acaso no existen los extractores de aire?

Cuando Rolando decide freir algún pescado o cocinar hasta un pequeño huevo sancochado "la norma" es que primero apague el aire acondicionado... si no termina pasando lo mismo que te pasa en "la pastilla".

Besos, Alex

PD mi computadora no se lleva bien con el asunto de blogger (se ginda, sufre, es lenta) por ende no he podido modificar mi artículo. Vicky me está ayudando a crear el mío propio "Mirada Femenina" y ha sido un poco lentoooo.

+ Besos, Alex

Chanfles!!!

Anónimo dijo...

Tacaño yo? Ustedes pretendían mantener la casa caliente con las ventanas abiertas?! Si me hubiera enterado de esto antes no hubiera sido tan benévolo con ustedes. Voy a seguir leyendo a ver qué otra trampita me hicieron.

mi dijo...

Ay por dios, Jacqui, esto está buenísimo jajajajajajaj!!!!
Qué descriptiva jajaja!!!
Lo peor es lo del huevo frito, al final lo resolviste? Cómo haces? me quedé pensando!

Gus dijo...

Exceletísima descripción!

Que buen inicio de blog! Y veo que mantienes y has mejorado ese estilo único.

Un beso.

Unknown dijo...

snif!!
=(

Yo no estaba aqui...

Dopzihon dijo...

por recomendación he llegado a este blog y he comenzado desde esta primera entrada, y pues, me ha gustado tu voz, seguiré leyendo, y gracias por empezar con las ventanas.

Vanessa Mata Valerii dijo...

¡Hola, Jacky! Mi hermana Oriana conoció tu blog y me lo recomendó. Sé que ya tienes cinco años escribiéndolo, pero yo comencé a leerlo el sábado desde ésta, tu primera publicación. Ya voy por el mes de mayo de 2006, te aviso cuando logre llegar hasta la publicación más reciente... Por el momento, éste es mi periódico de cada mañana.
Me he divertido un mundo leyéndote... Saludos.

Anónimo dijo...

Que divertido es leerte..
Pues del tiro me pienso leer todo el archivo desde el primer mes públicado, poco a poco debo leerlo todito,me lei los comentarios tratando de buscar una receta para lo de los olores, pero pues no consegi mucho :( será entonces que no hay manera...
Muchos exitos.
Tu blog es muy muy muy nice ;)

Blanca Casado dijo...

Hola Jackie .... Empiezo tu blog desde 0.. No quiero perderme ni una letra y no digamos ni una foto.. Besos