Me la paso diciéndole a la gente tipo-tablita-de-excel que al corazón siempre hay que hacerle caso. Hoy entonces voy a ser consecuente con lo que predico. Voy a hacerle caso a mi corazón que no tiene ganas de celebrar mañana el cumpleaños de mi blog (antes tenía muchas ganas). No todavía. No tiene lógica hacer un post festivo cuando ni siquiera he podido ir al blog de nadie en días y días.
Enero es un mes que me gusta mucho. Mis hijas nacieron en Enero y se me ocurrió empezar a escribir aquí también en este mes. Parece que después del frenesí navideño me inspiro para hacer las cosas que me hacen más feliz. Sin embargo este Enero lo estoy transitando un poco rara y prefiero seguirme dando espacio hasta volver a ser yo.
Un poquito de espacio al menos.
Gracias.
Les dejo esta foto que me gusta mucho, es del último paseo que hice con mis papás antes de que regresaran a su casa en España, es el Parlamento de la lindísima Ottawa, iluminado para la Navidad.