7 cosas bonitas

Cosa bonita #1 es tener a mis papás con nosotros esta Navidad en una celebración simple, íntima pero con montones de comida y montones regalos ♥



Cosa bonita #2 es que el 25 de diciembre nieve todo el día sin parar y que a 5 minutos de mi casa mis papás hayan podido ver el bosque así ♥

Cosa bonita #3 es que Minuit haya pasado todo el día de Navidad jugando como un demente con su ratón nuevo hasta quedar tendido en el suelo de agotamiento. Cosa bonita #4  es que uno de los regalos preferidos de Valeria haya sido este par de pulseras que representan mis lentes fotográficos favoritos (ella las pidió) ♥ 


Cosa bonita #5 es que mi elfo Marianne se haya escondido a hacer lazos de origami para todos nuestros regalos. Cosa bonita #6 es pasar el día en pijama y pantuflas ♥
  Cosa bonita #7 es que cuando miro mi chimenea el corazón se me endulza un poquito por las tarjetas de amigos amables a quienes no tuve tiempo de corresponder (gracias amigos amables ♥). Cosa bonita sorpresa! es que German me haya dibujado con corona, dándole la vuelta al mundo :) 

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Cosa bonita #8 es tenerlos aquí leyendo mi blog. Espero que despidan el 2011 con sus personas queridas y que el nuevo año sea sorprendentemente bueno. Les doy las gracias de todo corazón ♥ 

(Me voy por unas semanas. Si no estás suscrito, aquí puedes leer mi newsletter de despedida)

feliz navidad

Que pasen un fin de semana festivo memorable, con comida divina, buena compañía, regalos bonitos y sobre todo, abrazos largos y apretados ♥

en estos días hay...

ganas de salir a rodar por cualquier carretera e ir a cualquier parte...


gatos que duermen siesta tras siesta sobre las sábanas de invierno


niñas que toman atajos y hornean galletas pillsbury (y son buenísimas).


paseos con los abuelos y algunas muchas compras.


Ya hicieron sus cartas a Santa?
En la mía hay 4 libros:



Y en las de ustedes?

en el estanque

(Canon PowerShot A530)

Todas estas fotos son de la cámara compacta de mis papá. Las hicieron ellos, los muy artistas, un día en que salieron de paseo sin mí porque yo estaba estudiando. Miren las cosas lindas que me pierdo por ser tan buena y estudiosa.

los guapos ♥ (mi papá con su look soviético)

Montreal no tiene nieve y parece que no la va a tener para Navidad. Exijo (tengo mi cara de exigir puesta ahora) que los que la están acaparando nos la devuelvan. Normalmente a estas alturas ya la ciudad debería parecer un pastel cubierto de crema batida. No me hagan esto, si? Que necesito mucha suerte para el 2012 y me estoy tomando todo como "señales" (insertar aquí expresión un poquito psicótica). Quiero mi nieve y la quiero ahora. Cambio y fuera.

navidad en mi casa

Ustedes no le digan a nadie que me me vieron hoy porque mañana tengo un examen y no debería estar aquí. Sólo vine a lanzar unas fotos en el blog y me voy corriendo a mi sofá donde me espera el libro. Este es el calendario de adviento que Marianne y Valeria hicieron para sus abuelos. Mis papás cada día abren una de esas bolsas para sacar su sorpresita:





La idea la vimos en el ejemplar de noviembre de Martha Stewart Living. A mi en estas fechas se me exacerba la Martha Stewart que llevo dentro y, contra todo sentido común, actúo como poseída por el espíritu de una revista. Es una cosa más fuerte que yo que me obliga a hacer disparates anuales. Por ejemplo, estaba tranquila contemplando mi árbol de Navidad...





y de pronto, impulsada por mi MS interior, tuve una idea genial:





Y luego decidí más bien hacer mini-cupcakes, las cositas más coquetas del mundo. Para ello...utilicé la receta de mi amiga Bea que es una diosa de la repostería? No. Probé primero antes de tener invitados? No. En vez de eso, dado lo inteligente y brillante que soy, esperé al día en que venían unos amigos a cenar y saqué la receta de dos revistas de Montreal que tenían un espectacular Red Velvet Bûche de Noël en sus respectivas portadas. El Bûche de Noël o tronco de Navidad es una tradición francesa heredada por Québec y a mi me pareció que adaptar la receta a mini-cupcakes sería juego de niños. Así de optimista soy. Me niego embrutecidamente a reconocer que la pastelería es una ciencia exacta para la que no nací. Los que acostumbramos a lanzar tres hierbas a un pollo y nos queda rico, encontramos que estar hora y media trabajando con tazas y cucharitas de medir, pipetas, tubos de ensayo, cilindros graduados y cápsulas de petri para lograr una masa que al hornearse por un tiempo exacto levante hasta el nivel requerido y conserve el preciso punto de humedad es una pesadilla. Prometo que seguí cada paso con la dedicación de un premio Nobel de química, mientras veía el desfile mental de nombres de todas las maravillosas reposteras que he tenido como alumnas de fotografía. También pensé en mi amiga Mare, que está engordando a su nuevo marido a costa de hacer increíbles pasteles y galletas casi cada noche.  Debo añadir que, además, puse música de Navidad mientras los hacía, que mi horno es nuevo y fantástico, que batí en mi Kitchen Aid,  que estrenaba molde Wilton y papelitos para cupcakes de Ikea. Cien por ciento esmero. Resultado? Unas pelotas chicludas que parecen material para embalar objetos rompibles. Si ustedes se han metido en la boca una cosa de estas, ya saben cómo me quedaron los mini-cupcakes. Misma textura y mismo sabor. Mi papá anunció que pensába comérselos en el café de las mañanas. Padre solo hay uno. Por supuesto que voy a ahorrarle semejante sacrificio echándolos a la basura (temo por la vida de los mapaches) pero antes, haciéndole caso a mi amiga Mayra, una foto de las "cosas" para que quede constancia de que yo traté.





No sé ustedes, pero yo culpo a las revistas, por engañarme y hacerme sufrir.

Menos mal que no alcancé a hacer el frosting de mascarpone porque me lo habría tenido que comer a cucharadas. Y ahora corro a estudiar que me van a estrangular ! Felices horneadas a todas las no-inútiles que leen este blog! ♥ Happy baking niñas!

sábado

Cuando tengo mucho estrés me pongo torpe y me tropiezo con las puertas y con todo. También se me pierden las cosas que menos quiero que se me pierdan. Esta semana terminó mejor que la anterior porque no me he vuelto a caer por las escaleras y hoy salí a comprar un espejo plateado y una lámpara en forma de estrella que quiero desde hace 6 años. También salí a respirar el sol de Diciembre, universalmente conocido como el más bonito. Me olvidé de llevar abrigo (y guantes y gorro y bufanda y botas) así que tuve frío todo el día, pero la luz estaba tan linda que no me importó mucho. Además, trajimos el pino más fragante de Canadá a la casa. Marianne lo decoró esta noche y cuanto lo veo allí, inmenso, brillante y bañado de amor de mi hija, la única palabra que se me ocurre es perfección.

Qué tenemos en común ...

estas lindas niñitas  y yo?


Qué todas estábamos en la calle Sainte Catherine de Montreal viendo el desfile de Navidad con nuestros papás!

Hasta teníamos las mismas coronas. La mayor diferencia era que ellas no tenían en las manos una Canon 7D con un lente zoom 70-200mm. Eso y que mis papás eran los más guapos, por supuesto. Del resto creo que la emoción era la misma ♥ 


En un momento empezaron a caer copitos de nieve del cielo y la gente se puso a aplaudir y celebrar muy feliz, lo cual a mi mamá le pareció insólito: "Pero están locos? Ustedes no saben que luego la nieve los va a tapar por 5 meses?" :)


Faltan solo cinco días para que un grupo muy grande de gente y yo demos el comienzo a la Navidad en mi mini-clase fotográfica Diciembre. Ayer mientras miraba el desfile pensé mucho en esa clase, en lo contenta que estoy de repetirla y en que es impresionante que tanta gente se haya inscrito. Parece que soy la única fan de la Navidad por aquí! :)