martes, enero 10, 2006
Creciendo en Boston
Esta es la mirada de Sara. Su mamá es mi amiga y una especie de heroína para mi. Nora salió de Venezuela en un bache bastante malo de su vida y se aventuró a instalarse en Boston con sus dos niños pequeños, un inglés impecable y tres toneladas de optimismo. Sus primeros dos años no fueron fáciles. Nora, como toda mamá que se respete, hizo magia, malabarismos y acrobacias para salir adelante y pintarle a los niños un panorama positivo. Hoy celebro de corazón la buena noticia de que por fin consiguió trabajo. Bravo, Nora. Admiro tu fuerza. (foto de E.E.Morales)
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2 comentarios:
Diosssssssssssssssssssssss... qué ojos... Bravo por Nora, y por vosotros cuatro, y por Katy y Luis, mis amigos Mirka y Cristo, y por tantos otros porque la lista sería interminable... que la vida, cuando creemos que se tuerce, lo que realmente hace es enderezarse... sí, sí, sí... Bravo familia... Toi encantada con este blog... lo que te voy a incordiar querida, no lo sabes tú bien... yeaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah
qué bella sara, admirable nora, siempre he sabido que la fuerza femenina es la misma fuerza de la naturaleza y es infinita.
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