Las bellezas de Mayo

Después de hablar del ladrón necesito hacerle un exorcismo al blog. Un baño de lavanda, un conjuro de amor (pondría musiquita, pero me asusto y me desconcentro cuando llego a los blogs con música así que imagínensela). La primavera en Montreal dura 5 minutos y si caminas por la ciudad amargado por las miserias cotidianas es posible que la pises y no te des cuenta. Yo si me doy cuenta, es la ventaja de vivir adherida a una cámara. Voy enamorada del verde clarito de las hojas nuevas de los árboles, de los tulipanes en cada casa, de los manzanos floridos y los dientes de león que cubren las zonas verdes. Antes la primavera me daba rabia porque significaba el fin de mi invierno y la llegada del calor y su pegoste (si, ya sé, estoy al revés que el resto de la humanidad) pero he aprendido a observar el comportamiento montrealés en estos días y es tan cándido e ingenuo que me da ternura. Compran sandalias, hacen picnics aunque haga frío, sacan las parrilleras, preparan espárragos y pasan horas arreglando el jardín (algunos hasta ponen gnomos como el del papá de Amélie Poulain). Vivo al lado de un vivero muy rústico y la emoción de la gente comprando flores vuela y entra a mi casa por las ventanas hasta mi escritorio.



Estoy trabajando mucho en estos días. Hace poco hice un stop para ir a almorzar con Anne, La Ex-Blogger Perezosa. Comimos dim sum en Chinatown y luego dimos un paseo divino (clima perfecto) hasta llegar al Quartier International (es el barrio financiero), donde Anne encontró al amor de su vida en una plaza ♥ (les digo, la primavera es mágica, Valeria también está in love).

Mayo es tan lindo que me permite hacer (y disfrutar!) sesiones de fotos con preciosuras como estas:

Y dedicarles fotos pastelitas como las dos de arriba a mis queridas abuelas Francisca y Emilia, quienes se fueron al cielo de las abuelas en Mayo, dulcemente, con tres días de diferencia. Vivieron juntas siempre y así se fueron.

Pero no quiero terminar con melancolía hoy. La verdad es que estoy muy contenta. Encontré en Facebook a un grupo de amigas de la universidad y tenemos una conexión inaudita. Me río hasta que me duele la barriga con ellas, tengo ganas de amapucharlas. En Facebook he tenido muchas sorpresas locas, pero ese tema es para otro día. Quiero darle las gracias al superbellísimo blog Kireei por esto, que me hizo muy feliz. Ese blog es tan lindo y tiene tanta clase que verme ahí fue de verdad un honor. Me avisaron también que la fiesta de cumpleaños de Valeria apareció aquí y yo no sabía nada..... Y mejor paro de hablar porque hoy parezco un perico desatado.

Verdad?

PD: tengo problemas con blogger, me hace un festival de tamaños en las letras de los posts :(