Las respuestas

Ustedes hicieron mi cumpleaños muchísimo más divertido. No se imaginan cómo me rei sola en mi casa leyendo los comentarios. Tenía mucho trabajo, pero cada hora o algo así venía a ver si alguien había acertado y NADIE acertó!!!. Si me equivoco díganmelo, please, pero creo que ni una sola persona descubrió las dos mentiras juntas. Sin más demora vamos con las respuestas:

1. Cuando tenía 6 años, los bomberos evacuaron la playa donde estaba con mi familia por una marejada. Cuando caminábamos hacia la salida, una ola nos golpeó, me separó de mis papás y me arrastró mar adentro frente a un montón de gente que me señalaba con cara de pánico. Un salvavidas en un bote me rescató. CIERTO. No me pasó nada porque al momento de salir de la playa mis papás me habían puesto un salvavidas. Solo se me rasparon las rodillas. Ni siquiera recuerdo haber tragado agua, pero aún veo la cara de pavor de mi papá corriendo hacia mi y la sonrisa del rescatista en el bote inflable.

2. A los 15 años fui juez de línea en una copa mundial de tenis juvenil solo porque me gustaba mucho uno de los tenistas. En un juego recibí un pelotazo en la cabeza que me desmayó y me mandó al hospital por dos días con una contusión cerebral. Y después se preguntan por que no me gustan los deportes (pero al menos conseguí el amor del tenista). FALSO. Todo es verdad excepto lo del pelotazo y la contusión. La pase súper bien en ese mundial!

3. He volado en helicópteros grandes y pequeños y en un montón de aviones civiles y militares, siempre con cámara. Una vez, estando en un avión con unas 10 personas, el piloto anunció el fallo de un motor y todos los que volaban conmigo, incluyendo a mi actual marido,  se lanzaron en paracaídas. Al quedarme sola allí con otra muchacha, el piloto me dijo muerto de risa que lo del motor había sido una broma. CIERTO: Lau es paracaidista y ese vuelo era para hacer un salto, yo solo subí de paseo. Cuando el piloto del Arava dijo que habían perdido un motor, todos se apelotonaron en la puerta para poder saltar antes de que el avión perdiera altura. Una vez en el suelo, Lau se dio cuenta de que me había dejado en un avión con un solo motor sin ni siquiera decirme adiós! Y aquí se está riendo, señoras y señores ... aunque no lo crean.

4. La primera vez en mi vida que tomé un taxi sola tenía 2 años de edad. Mi papá, un despistado como pocos se han visto, me dejó en la entrada de mi colegio y se fue, sin darse cuenta de que no había clase, así que no me quedó más remedio que tomar un taxi hasta mi casa. CIERTO: Entiendo que sea difícil de creer porque fui un poco precoz y mi papá no parece de este planeta. Cuando tenía 26 meses de edad, mi papá me dejó en la puerta del colegio (iba al pre-kinder) y se fue sin darse cuenta de que los portones estaban cerrados y no había nadie. Recuerdo que miré por entre las puertas, vi todos los pupitres en medio del patio y me di cuenta de que no había clase (resulta que estaban fumigando). Entonces vi un taxi parado cerca y el chofer sacudía la alfombrita. No recuerdo más nada, pero este señor gallego le contó a mi mamá que le pedí que me llevara a mi casa, lo dirigí con el dedo (vivía a unos 400 metros) y, cuando se subió al ascensor conmigo le pedí que me levantara para oprimir el botón del piso (porque no sabía decirlo). Mi mamá tuvo que enseñarle mi acta de nacimiento porque el taxista no creía mi edad. Mi hermano acababa de nacer y fue la única época en que estuve en ese colegio. Nuestra vecina Graciela fue quien avisó a mi mamá: “Jacqueline se está bajando de un taxi!!!!” Mi papá estaba muerto de risa hoy cuando me llamó el por teléfono: 

-“En tu blog nadie lo cree!” me dijo divertidísimo. 

-"Eso es porque no te conocen" - respondió mi mamá por el otro aparato.

5. Durante 6 meses, al graduarme del colegio, viví con otros odiolescentes en una granja en Francia cerca de Bordeaux donde aprendí con muchísimo asco y resistencia a ordeñar vacas, entre otras destrezas rupestres que prefiero no recordar. Desde entonces no soy capaz de tomar leche, pero al menos mis papás consiguieron que aprendiera francés. FALSO! Casi todos ustedes pensaron que de verdad yo sería capaz de exprimirle las ubres a una vaca. Cómo es posible?!

6. En una nota más cosmopolita, puedo decir que topé con Sylvester Stallone en un restaurant de New York, con John Malcovich corriendo por Central Park de esa misma ciudad y con Carolina de Mónaco en Emporio Armani de Paris. Y ninguno de ellos sabe que estuve ordeñando vacas. CIERTO y los tres estaban en ese momento en el tope de su popularidad. Carolina y yo coincidimos en la puerta de Armani de Place Vendôme. Adivinen cuál de las dos tenía asistente, guardaespaldas y dinero para comprar allí.

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Muchas gracias por jugar conmigo. Me hicieron feliz.

Si estoy por aquí el año próximo creo que vamos a jugar de nuevo. 

Hoy me vinieron a la memoria varias historias perfectas para esto :)